jueves, 28 de febrero de 2008

Un sueño

Anoche no pude dormir, costumbre que está apareciendo con una frecuencia muy alta últimamente. No es que reniegue de las noches en vela, puedo disfrutar mucho de ellas, puedo producir mucho en ellas, como la madrugada del lunes que, también sin sueño, estuve armando una guía de clases. Yo reniego del despertar, que se hace tan severo cuando los ojos y el cerebro se calmaron tan solo un par de horas antes. Porque lamentablemente hay que despertar, se puede estirar media hora pero no 3, como desearía en estos casos.

El hecho es que la computadora se apagó y cansada intenté dormir pero nada. Me levanté preparé un té, y me puse a leer el manual de seguridad en los laboratorios, un aburrimiento tal que no pude sostener mucho entre mis manos. Ahora sí podré dormir, pensé, pero fue todo un engaño. Finalmente la calma llegó fragmentada y me permitió recordar un sueño, de esos que nunca recuerdo:

Estaba en un lugar bastante parecido a una playa, en realidad había un río o mar, o lago. No puedo saber, de la otra orilla no había nada, pero no tenía olas, estaba muy calmo, solo se veían esas ondas del agua y el reflejo del sol. Era como un lago pero en el fondo había un horizonte bien definido. Yo estaba en una especie de bar con grandes ventanas, de ahí se veía el agua, algunas figuras de personas a lo lejos y un grupo de arbustos bloqueando la vista de cierta parte del curso de agua. En el bar una chica me extendía un vaso como de café y había otra persona sentada en una mesa lejos de la ventana. De pronto todo empezó a cubrirse de un tono rojizo. Claramente ví el color, las figuras de las personas empezaron a señalar al horizonte y se dirigían hacia el lado que los arbustos me tapaban. En la orilla del agua había dos osos pescando. No eran osos de verdad, sino siluetas dibujadas de tono marrón, ellos también giraban sus cabezas para la derecha, pero sus cuerpos seguían al frente sosteniendo las cañas. Con la chica del bar nos miramos y salimos pronto para ver aquello cubierto por los arbustos. Alñ tener la vista libre descubrí un hermoso atardecer. El sol redondo bien naranja-rojizo caía en el horizonte. La persona que estaba sentada en la mesa no se movía, la miraba, yo me preguntaba inquieta porque no salía a ver eso. Pero ella seguía en la mesa leyendo unos papeles. Esa persona se parecía a mí.
El sol siguió así un ratito más y ahí desperté, tan clara tenía esa imagen que no quise olvidarla. Una vez más me puse contenta al poder recordar un sueño, tarea poco frecuente en mí.

Una vez más, a la mañana, luche por despertarme y estuve atontada por un largo rato. Ahora tengo tanto sueño que caeré sin poder recordar nada.

lunes, 25 de febrero de 2008

Dry the rain

(esto era para subir hoy temprano, al llegar al trabajo, pero no abro el blog ahí. Así que se demoró, lo subo de todos modos y sin modificarlo)

Curiosidades de cr


Entre mi manojo de llaves del laboratorio, una de ellas CIERRA, pero NO ABRE la puerta que le corresponde. Desde abril que tengo estas llaves y recién hoy fui a la cerrajería para tratar de solucionar el inconveniente.

El título de la entrada solo obedece al azar de las leyes musicales que rigen mi mp3, Dry the rain es de las piezas que funcionan en loop en dicho artefacto. ¡Qué bueno supo ser The Beta Band! De todos modos, aquí se cree que el azar no es tal.

viernes, 22 de febrero de 2008

El columpio



Llamándome a silencio después de haber escupido TANTO todos estos días.


(Subte E: volviendo del premetro. Últimas fotos de mi HP. Si pueden, vean el corto clickendo en el título, es muy nais. ¡Cuanto costó encontrarlo porque no recordaba el nombre!)

martes, 19 de febrero de 2008

Agenda

El ruidista me pasó esta data y me parece que va a estar bueno. A ella la escuché en casa con su disquito "Correr" y la ví el año pasado en el Elevage hotel, me gusta mucho lo que hace.
Flor & Christof

http://www.geocities.com/una.casa/img_ruizkurzmann_invit_01.jpg
"Una Casa" - 561, Humberto 1° - San Telmo
Miércoles 20 de Febrero, 21 hs
La entrada no tiene costo

Tim Burton retírate y ve a tomar sol a las islas Canarias

Correlativas para leer el post:

  • No me atraen los musicales.
  • No pensaba ir a verla hasta que una amiga me dijo si la acompañaba.
  • Charlie y La fábrica de chocolate me gustó, y mucho.
  • Burton se repite y cansa. Aunque se lo quiere por muchas cosas, empezando por Vincent.
  • Los íconos de Burton cansan.
  • De no verla en el cine ya no la veía.

Lo malo:
La película no tiene humor, ni ironía, ni maldad, ni terror, ni guiños a otras películas, nada. Es una puesta del musical con todos los estereotipos de TB. El barbero encarnado por Johnny Depp (luego volvemos a él) es una mezcla de él mismo en el joven manos de tijeras y el Michel Keaton de Beetlejuice. Ella esta igual que en Charlie pero más atorranta. Los jóvenes, la hija del barbero y el marinero, son inexpresivos y aburridos. Los chorros de sangre, al mejor estilo oriental, no le quedan bien.
Se nota que a Burton le sale de taquito hacer esos escenarios impecables, crear esos personajes perfectos, pero la perfección cuando es conocida deja de molestar, y lo que no molesta aburre. Le falta garra, alma, sentimientos, pasión, aquello que suele perderse con la juventud o con el mercado.

Lo bueno:
Londres y los escenarios. La última media hora que fue un poco más trágica, para expresarlo de algún modo. Los claroscuros y el charco de sangre. Johnny Depp cantando, yo le voy a un recital de una (eso sí no pago $200 ni loca). El juez Turpin interpretado por Alan Rickman . Alan Rickman. El dueto Depp-Rickman en un par de canciones. Recordar cuanto me gusta la palabra Nightingale .
Ven, si me traen a JC y a RH (Richard Hawley, no Radiohead) les pago los $200.
$200 que hijos de puta... y no llegué al 2x1.

lunes, 18 de febrero de 2008

¿Cuándo venimos vamos donde estábamos?*

…rodando por la ciudad

Sábado por la tarde recorrer las calles bajo el sol para llegar a Villa Urquiza, barrio donde Chile se mudó. Opté por un camino inexplorado, es que me gustan tanto la aventura, como pararme en medio de intersecciones confusas para mirar la guía T. Caminar por los comercios que veía desde la ventana de un tren el corto tiempo que fui a San Martín. Regresar con certeza, porque aprendo relativamente rápido, para descubrir que algunos fragmentos del paisaje conocido de mis regresos de Belgrano habían cambiado. Para bien: el paredón de la central eléctrica que esta en Matienzo y Zapiola ahora luce formas multicolores.Para mal: muchos proyectos de nuevos edificios sobre Paraguay entre J.B Justo y Sacalabrini, antes no sé lo que había, ahora hay un cartel gigante anunciando futuras y confortables viviendas.

La noche estaba muy linda para dormir o encerrarme y me habían dicho que la copia de Nosferatu de Murnau que pasan el el MALBA estaba buena. ¿Rodar o caminar? ¡Bici de noche en la ciudad! Extender el camino porque había tiempo. Disfrutar.
Uauuuu esa copia esta impecable. Música a cargo de un altísimo y flaquísimo de bigotitos (el mismo que aparece en la colgada del 15 de febrero). Uauuuu la película esta buenísima. Nuevamente los colores donde no esperaba verlos y ese molestar un poco porque funcionan a la perfección. Pocas sombras. ¡Pero que sombras! Muchos exteriores. En lugar de vampiros encontrarme, una vez más, con “La peste” y todos sus clichés. Ratas, pregonero en las calles, aislamiento, huidas, cruces en las puertas, revueltas. EL CHIVO EXPIATORIO. (¿Cómo es posible que a ninguno se nos ocurriera pasar esta película? ¿Ninguno la había visto? Durante el 2006, en una materia que me tenía, entre muchos, como docente estuvimos hablando y leyendo sobre La Gripe aviar y los comportamientos en época de peste.) Aplausos.

Regreso extendido. Recorrer las veredas deshabitadas de los parques de la zona. Poder escuchar todos los ruidos del andar imperfecto de la bici. Darme el lujo de la distracción y buscar la luna entre los huecos de los edificios, cuando ya había dejado Libertador.

Domingo de cámara de fotos. Mate, lona turquesa (¿es turquesa, no?) y aire fresco en un retiro con Cata por el parque. Pochochos de una señora muy simpática en la puerta del Planetario. Ver la gente pasar, jugar, pescar, estar.

Ahora sé que un avión con una amiga vuelve a despegar. Lo bueno es que no estamos lejos, sólo vivimos a muchos km de distancia.

Justificando la entrada :

Exposición de fotos de Sara Facio en IMAGO Espacio de Arte Suipacha 658 1º.

Semana Theodor Dreyer en filmoteca. Durante la semana en las trasnoches de Canal 7, 00:30 hs. No se pierdan el martes (mejor dicho el miércoles) La pasión de Juana de Arco.

Exposición de fotos de René Burri en el Centro cultural Borges. (Hay una nota en Radar pero ahora no carga la página, digo para no monopolizar con La Nación)

* Fue la pregunta que un niño de unos 7 años hizo a su madre, y que justo oímos ¿Filosofía infantil o una forma entreverada de decir volver?

sábado, 16 de febrero de 2008

Recompensa hogareña

00:11 hs suena el TE

yo:
hola, hola

TE: ... nada, solo se escucha un sonido de ultratumba

No entiendo nada, me quedo un tiempito y ¿sueño? escuchar una melodía conocida.


TE: Y
ou may set your charm on stun
And say I'm delightful and fun

But you say that to everyone

Well, I don't believe you

I don't believe you


yo: concha, ¿que hacés? gracias, gracias.
TE (ahora con la voz de emc): no te hablaba mientras cantaban para que no se enojen. ¿Qué estás haciendo?
yo: iba a salir pero no, escribiendo sobre el show de juan ravioli de anoche. Gracias, gracias (+ esas cosas que se dicen y que acá no pienso escribir)
TE (sigue emc): (escucho palabras de esas también) te llamo luego si hay otra canción
yo: chau gracias te ...

(pasan 30 segundos y suena el TE otra vez)


TE: You are a splendid butterfly
It is your wings
that make you beautiful
And I could make you fly away

But I could never make you stay

You said you were in love with me

Both of us that that's impossible

And I could make you rue the
day
But I could never make you stay


Not for all the tea in China
Not if I could sing like a bird

Not for all North Carolina

Not for all my little words

Not if I could write for you

The sweetest song you ever heard

It doesn't matter
what I'll do
Not for all my little words

Not that you've made me want to die
You tell me that you're unboyfriendable

And I could make you pay and pay

But I could never make you stay

yo: lágrimas de emozzzzzión y felicidad

Ahora, una vez más a escuchar "69 love songs". Esperando que sea mayo para que estemos en otoño, los árboles no tengan hojas y vos estés ACÁ.

La mariposa es de Iguazú, en alguna pasarela.
Para los que no saben emc vive lejitos y hoy iba a ver a The Magnetic Fields.

viernes, 15 de febrero de 2008

Paris 1919 - Juan Ravioli en Thelonious

El enojo. Este relato se hizo extenso, maldita costumbre de este espacio que tanto me cuesta erradicar, pueden obviar esta parte para saber del show. Pueden leerla para saber de mí.
Nunca antes había ido a Thelonious, pero mis prejuicios me hacían imaginar un lugar nada agradable. Esos de mesas ordenadas y paredes perfectamente pintadas de algún color oscuro, todo sobrio, acompañado por cuadros inexpresivos. Precios excesivos, barra y mesas bulliciosas pero tranquilas a la vez, de bullicio constante sin exaltados. Fui con ese resquemor de que no iba a encajar. No me confundí. Cuando llegué al lugar me dijeron que el show ya comenzaba (bien!) y que no tenía lugar para sentarme (no me importa, no quiero sentarme). Entré y descubrí que el lugar era muy como lo había imaginado. El escenario estaba en el extremo de un pasillo más largo que ancho, que albergaba las mesas a la derecha y la barra al otro lado. Me quedé detrás, en el peldaño de una escalera, mirando por una ventana hasta que los músicos subieron al mini-escenario, ahí recorrí el pasillo sin encontrar un hueco donde ubicarme para no molestar a los sentados en las mesas o los acodados en la barra, entonces intenté sentarme en el piso adelante pero instantáneamente una chica vino a decirme que no estaba permitido sentarse en el piso. ¡Plop! (¿Si la que se ensucia el pantalón preferido soy yo?) Me levanté derrotada y volví a la escalera un poco afligida porque desde ahí no veía nada y sabía que no iba a poder grabar con buen sonido, peor aún si más gente que llegaba se paraba delante y bloqueaba por completo la visión, más aún si se ponían a hablar. Me aguanté un par de temas así, saqué de todos modos la cámara y grabé. Traté de racionalizar mi enfado y me dije que si había ido hasta allá era para disfrutar, me levanté y me paré delante de los que se habían parado delante de mí y guardé mi enojo para este momento. También tuve que sufrir el sonido de una licuadora. Sonidos de celulares y una persona particularmente molesta que no paro de hablar en todo el show, un poco por celular a los gritos, otro poco con un amigo, otro con el de la barra y así. Todo esto se aprecia en lo que grabé. Aclaro el sonido fue bueno.

El placer. Hace años, no muchos, había escuchado por ahí algún buen comentario de una banda llamada "Paris 1980"
, pero nada más. Un par de años atrás escuché algún tema de Juan Ravioli en la radio, por algún mal elemento, pero nada más. El año pasado, esto ya lo conté, vi a JR una noche de invierno en vivo en El Nacional (ese bar sí que es agradable), tocando apenas 3 temas y me encantó. Escuché mucho su disco. Lo fui a ver un par de veces más y siempre con buenos encuentros, reprochándome no haberlo escuchado antes. Ayer (o antes de ayer), a pesar de todo lo que expuse arriba, tuve nuevamente un buen encuentro.
La banda no lució tanto dandismo como en otras oportunidades, pero sonó igual de bien. Tocaron temas de Álbum para la juventud vol.1 y algunos temas nuevos que estarán en el vol.2 y finiquitaron con una versión, según ellos poco ensayada, de Color humano de Almendra. Texturas musicales de piano, guitarra, batería, vientos que energizan las canciones más dolorosas. Una voz en un ser tan alto y delgado que por momentos parece partirse en mil pedazos al cantar y, en otros, se extiende aún más para envolverlo todo muy suavemente. Letras que dicen cosas como “si en vez de seguir al sol dejo que él me siga a mí”…
Yo no sé el porque de París 1980, pero el nombre me recordó al “París 1919” de John Cale, disco que estuve y estoy escuchando por estos días. Bastante alterada estaría en esa época la zona, pero no hubiera estado nada mal posarse en París en 1919 y un poco más acá también. Nada me cuesta imaginar al dandi de Juan Ravioli en esa época.


Juan ravioli en Thelonious

Álbum para la juventud vol.1

Paris 1919

miércoles, 13 de febrero de 2008

Felicidad se escribe con C...

... de cometa o B de barrilete!

(como prefieran, yo me quedo con la C)




Gracias Paterna por la foto, gracias Cris que fue la autora.

domingo, 10 de febrero de 2008

Mis papeles

Si cada vez que salgo a la calle regreso con algún papel (programa de cine + entrada, postal gratis, diario, fanzine, libro, revista, catálogo de colores, etc.) en mis manos o mi bolso y lo guardo, en realidad lo dejo ahí apilado, voy a terminar durmiendo en la plaza. Frase que siempre decía un amigo de mis viejos a su señora cuando ella, diario en la mano, empezaba a ver que nuevo electrodoméstico podía adquirir para su hogar.

Por suerte, y gracias a mi locuacidad y encanto nocturno (risas), no es un problema grave conseguir una plaza donde dormir. Me vino a la memoria cierta noche mientras esperaba largo rato a una amiga usualmente demorada, que uno de los cuidadores de autos de Plaza Cortázar me invitó libremente a compartir su lugar de descanso; mientras me señalaba, en la oscuridad, algo en el piso que se parecía a un colchón. Pero ojo, semejante apertura llegó luego de una cordial charla en donde se tocaron temas varios, en especial soledades y lugares donde pasar la noche. También recuerdo que quiso convidarme con un poco de alfajor y un trago de alguna bebida espirituosa que contenía en una petaquita. No acepté ninguno de los tres ofrecimientos, pero siempre tengo en cuenta ese lugar que tan sincera y cálidamente me fue brindado.


¿A qué viene todo esto? Los papeles que cubren mi espacio. Hoy, mientras esperaba amigos en Juramento y las vías, me metí en la librería que esta ahí, se llama “La porteña”, al ver en un cajón de revoltijos ese número de Pintores Argentinos del Siglo XX no pude contenerme.

Oscar Pintor , nació en la provincia de San Juan el 13 de noviembre de 1941. Su pasión era el diseño gráfico pero inicialmente tuvo que encontrar otro medio para formarse y expresarse, así fue que comenzó los estudios de arquitectura, destacándose en el modo de tratar la forma y el color. Luego, ustedes saben como es, una cosa va llevando a otra hasta que algo, el algo más necesitado, sale a la luz. En su caso, además del diseño gráfico, que le daba de comer, la fotografía se convirtió en su modo de comunicación. “Mil clicks. Mil copias de contacto, Mil veces sufrir la rutina técnica. Hasta atrapar por fin, una palabra, un llanto, un grito. Entonces soy fotógrafo”. Sus fotos son B/N y cuadradas y me gustaron mucho. La que ilustra el libro es de San Juan de 1980.

Hoy estuve sacando fotos por la calle y se siente muy bien, el revelado es otra historia déjenme disfrutar del momento.

Gracias Stella por la Rock de Lux con la nota de Jarvis y Junior Boys. Encima me malcrian, mis amigos ya me conocen y me regalan más papeles.

jueves, 7 de febrero de 2008

y diez pisos.


Desde septiembre que tengo que leer esta nota y escribir sobre lo mismo. Ahora hace demasiado calor, y no puedo nada. No puedo dormir aunque mañana tenga que levantarme temprano y tampoco puedo escribir, ni leer. El único momento del día de ayer, despierta desde las 7 a.m., en el que no me dolió la cabeza fue dentro de la sala, gracias al aire claro.
Tomemos esta foto como un adelanto, fue un sábado a la tarde de Kitano y algo raro había en el hall de la sala, cuando me di cuenta que las ventanas estaban libres de cortinas yo me perdí a través...

No terminé de leer la nota pero hasta ahora mi texto preferido es el de Vivi Tellas: "Un mundo aparte"

miércoles, 6 de febrero de 2008

Satélite

martes, 5 de febrero de 2008

Colores

… y le llegó el turno al Palo Borracho, un poco con la ayuda del jacarandá (es lila, María Elena, ES LILA) y las tipas (noviembre tu alfombra de tipas me adhieren a tu suelo sin querer… ), que ya perdieron sus flores, ahora lo que se ve en el parque es más bien rosado. Hay más de estos que blancos, una pena.
¿Qué sería de nuestros parques sin los árboles florales? KandisKy los encontraría muy burgueses*. Aclaro que nada tengo contra el verde, es un color que aparece en mi guardarropa, eso sí, no tan frecuente como el azul…

Me pienso una persona afortunada. Puedo ir al trabajo en bicicleta. Eso no me lleva más de 45 minutos. Las tres cuartas partes del camino corresponden a bicisendas rodeadas de árboles y parque.
Aprovecho y denuncio que el asfalto (o lo que sea eso) ya esta en muy mal estado, las ruedas fueron trazando caminos paralelos sobre el pasto porque algunas partes son imposibles. Otro queja de las bicisendas es que son eso: bici-sendas, no, corre-senda, camina-senda, o trota-senda, a veces estos no lo entienden.

Eso sí, el cuarto restante de mi trayectoria, se las regalo. Algún día quedaré como dibujito sobre el asfalto al intentar cruzar la Av Int. Cantillo. Malditos camiones y colectivos de larga distancia, moles que no se detienen ante nada y los pequeños bólidos que andan a velocidades mayores que las permitidas, usan esa calle despoblada para desquitarse. El otro factor de riesgo es el puente peatonal de La Pampa que cruza sobre La Lugones, a veces meten miedo las caras que cruzo, y otras, lo absolutamente nada que cruzo: no apto para la noche. Pero siempre es bueno tener un factor de riesgo en el recorrido.


*“el verde irradia aburrimiento (...) es en el campo de los colores lo que en el social es la burguesía: un elemento inmóvil, satisfecho y limitado en todos sentidos. El verde es como una vaca, gorda, sana e inmóvil, que rumiando contempla el mundo con sus ojos adormilados y bobos.”

domingo, 3 de febrero de 2008

Es hora de volver

Había algo que yo hacía en la semana y no puedo recordar que era...




... ah cierto, mirar el rio desde una ventana.

A veces, a veces quiero ser ...


comúnnnnnnnnnnnnnnnnnnn
, o un perro del sábado a la noche de la esquina de Perú y Carlos Calvo.

No iba con mucho entusiasmo a ver a Adicta y la verdad que el show estuvo muy bueno, ahora voy a tratar de hacer el trabajo de subir los temas. Es como yo pienso no hay que esperar nada y uno luego se lleva la sorpresa.

Lindos perros callejeros en esa esquina, quería quedarme con ellos toda la noche, sentada en el cordón de la vereda mirándolos y acariciándolos.


sábado, 2 de febrero de 2008

Gracias Leo

Por noches como la de recién es que se te quiere. La casa Brandon es un buen lugar para vos.

Gracias por ese comienzo con "La princesa Dorada"



Cuando pueda convierto los archivos a mp3, porque no se ve nada. Tengo: Natural, Superficies de Placer, Amor amarillo, Tesoro, Isla, Por favor y El Secreto (es nuevo no?. Estaba lindo)

Actualización de la entrada:

La casa Brandon es un lugar íntimo para ver buenos shows. Es raro que fallen.
• Leo estaba muy contento y con ganas de cantar mucho. Comenzó 23:05 y terminó 24:20. Hubo un mini corte nomás.
• Hizo sus comentarios clásicos, pero bien, sin extroverterse demasiado.
• Se olvidó la letra de una canción nueva y le preguntó a Pablo Schanton , quien estaba sentado adelante, “¿Cómo era Pablo?”
• Cuando le pidieron “El Oso” dijo que prefería otra de Moris, pero que no se iba acordar la letra. Para la próxima yo exijo “Escúchame entre el ruido”, si querés te llevo la letra.
• Un hueco sentado adelante, que no parecía estar disfrutando mucho, estaba dele que te dele de pedir “Boy George”. No, no, no, no. Menos mal que hizo oídos sordos a tu pedido.
• Dijo que era difícil elegir la mejor canción del rock nacional, o cual sería para él, y ahí comenzó a cantar “Natural”.
• Que más... nada más estuvo muy disfrutable.
• Coincidencia, o no, por la calle Luis María Drago, llegando a Corrientes y Scalabrini, esta el distribuidor y service oficial de los sifones Drago. De este modo, yo le cambiaría el nombre a la calle Roseti por Marmicor , y así con muchas otras más.
• Pude convertir a mp3 los temas grabados, no quedaron en el orden original. De haber sabido que podía hacer eso grababa más. Leo García en Casa Brandon el 1 de febrero.
• Isla es una de las canciones más lindas y felices que existen.

viernes, 1 de febrero de 2008

Instantáneas de verano

Un poco porque estoy de vaga en casa y otro porque las dos entradas que en verdad quiero escribir, aún no salen, aquí van unas instantáneas de mis días de vacaciones en la ciudad, tal como había hecho al final del invierno. De compras con cr, es que es raro que ande de compras.

El martes emprendí una caminata a once en busca de telas y demás objetos. De camino hice una escala en una librería, a la que suelo entrar por entrar, que esta sobre Pueyrredón entre Viamonte y Tucumán. Es un local mínimo, repleto de libros variados y bastante viejos: nunca en muy buenas condiciones. También tienen revistas, afiches y algún que otro objeto antiguo. Reina, en ese lugar, un estricto desorden. Imagino que lo libros pasan todas las noches ebrios envueltos en grandes orgías, y por la mañana, al oír la persiana sin tiempo para encontrar su ubicación, quedan donde están o caen en algún estante al azar. Así encontré entre los libros de historia uno de cuentos de Saki, el vendedor le puso precio según su antojo. Lo mejor de la estancia por ese lugar fue escuchar a este sujeto decir a alguien por celular:
“Sí, al final cumplieron su promesa, ya van a traer las 125 (o 165) figuritas de Banfield”
Pensé en Duhalde (perdón por traer este apellido a sus memorias) como un gran fanático comprando figuritas. Increíble.

Siguiendo por Pueyrredón, entre Tucumán y Lavalle, mi vista giró hacia una óptica de medio pelo que mostraba en su escaparate unos anteojos de sol atractivos y demodés, a un más atractivo $40. Entré sin muchas esperanzas, pero encontré entre la oferta unos anteojos cuadrados de tamaño suficiente para cubrir mis ojos y mis cejas pero no el resto de la cara, milagrosamente ajustaron a la perfección detrás de mis orejas y mi nariz los sostuvo. La rareza de estas gafas es que el frente es de un tono marrón y los vidrios también, algo que no me terminaba de convencer, en el momento. ¡Es que veía todo anaranjado a través de ellos!. Los anteojos son BB
, creí que el óptico me estaba mintiendo, pero efectivamente la marca está ahí y no parece una simple pintada. Sé que un abismo me separa de la diva, y ni pienso hacerme ecologista para acortar tal distancia, pero ahí voy por la calle luciendo los anteojos y viendo todo color sol. De verás, no importa si esta nublado, siempre se ve como si estuviera soleado, y la verdad, hasta ahora no me ha molestado, aunque es bastante extraño. Veremos cuanto me duran, de existir el trabajo de perder anteojos de sol y estar bien pago, yo estaría viviendo en una casa más grande.

Una vez en Lavalle, doblé a la izquierda y me perdí entre las telas. El rubro textil me puede. Es un placer, seguro heredado de mi madre, ese de mirar, tocar y comprar telas. Muchas veces compro porque me gusta alguna, sin que tenga un fin prefijado. Luego se acumulan recortes de telas que cada tanto recupero, hasta que finalmente se convierten en alguna prenda. Es un sueño que me suelten en un gran galpón lleno de rollos de géneros de distintos colores, estampados y texturas. Que pueda tener acceso a todos, desenrollarlos, soltar las telas y hacerlas volar por el aire. Pasar la mano sobre ellas, acercarlas a la piel y comprobar su textura, si pican o dan calor. Evaluar su caída envolviéndome en ellas, mezclar los colores, arrugarlas y soltarlas. Compré una tela medio tornasolada, azul opaco de un lado, marrón rasado del otro. Objetivo: la funda de un sillón, aunque no esta muy claro aún.

Caminé hasta Junin, creo, y regresé por Corrientes. Me compré en una casa de chicos una remera de rayitas multicolores con ribetes en azul, que estaba en un cajón de restos a $5.

Ayer estuvo mi mamá y fui con ella para comprar seriamente y con un fin.
Hice más cosas como ordenar papeles para hacer lugar en mi casa pequeña, fui al médico y ya me mandó a otros y al kinesiólo una vez más. Miré películas en casa y fui a una de Fassbinder "Dioses de la peste" a La Lugones. Para seguir con la costumbre la cinta se cortó en un par de oportunidades. Pienso volver, luego comentaremos de este alemán.

Escuchando Sandie Shaw, les dejo una canción: Lemon Tree.