Adicta en La Trastienda

El domingo, después de mucho tiempo, fui a ver a Adicta. El combo: entradas caras + sueldo escaso, hace que piense demasiado antes de pagar $25 por un show y termine quedándome en casa. Pero, por otro lado, los pocos recitales y el aburrimiento de los últimos que vi de sentada, promovieron la decisión de asistir al evento.
La Trastienda estaba a medio llenar, quiero creer que fue porque habían tocado un mes atrás en el teatro.
El show empezó medio flojo, Toto, que esta insoportablemente en estrella, al cuarto tema quería que lo dejen descansar. Rudie, por suerte, todo el tiempo manteniendo el recital bien arriba. En media hora las cosas se encaminaron y, no sé si fue, porque estaba desesperada por disfrutar de un show, pero lo pasé muy bien. Bailé, saqué fotos (no sé porque ahora no pude colgar ni una), no llegué a transpirar la camiseta como otras veces pero fue una digna actuación.
El problema es que ahora me atacó esa cosa extraña de seguidor de una banda, que quiere volver a verlos pronto, que llega a casa escucha sus discos y va cantando las canciones por la calle. Por suerte estos efectos se me pasan pronto, no soy una fan muy digna que digamos. Veremos que pasa con el próximo disco y si en un par de shows me aburro y vuelvo a la apatía.
También debo procurar comenzar la búsuqeda de un trabajo que me permita costear las entradas, es que, esto de hacer nada (en todos los ámbitos) me esta aburriendo un poco. Que cosa extraña, al final, estoy programada de modo tal, que si no tengo una obligación de tiempo completo no funciono bien el resto del tiempo.