domingo, 29 de mayo de 2005

Trabajo fácil

Muchos links y pocas palabras.

Gracias a estas recomendaciones el jueves fui a la fundación PROA a ver las fotos de Grete Stern, son fotos que tomó entre 1958 y 1964 en comunidades aborígenes de las provincias del Chaco, Formosa y Salta.
El trabajo previo que había visto de esta fotógrafa era el de la serie Sueños, en donde utilizando la técnica del fotomontaje interpretaba los sueños que las señoras enviaban a una revista semanal. El último clik con más información.

martes, 24 de mayo de 2005

Una que sepamos todos

Muchas veces pasa que uno recuerda una canci?n e inmediatamente la asocia a la imagen de la película que llegó a musicalizar, otras sucede al revés, recordamos una escena y luego la canción que la acompaña. Con Trainspotting a mí me sucede algo un poco más allá, escucho su banda de sonido completa y no hago más que recordar cada escena de modo de generar la película (casi) completa en mi mente.
Recuerdo que vi Trainspotting por primera vez en los cines de las Galerías Pacífico, si la memoria no me engañaa era el año 99 (la película es del 96, tan tarde se estrenó acá, quizás este confundida). Yo recién empezaba a trabajar en el lugar que ahora tanto detesto, seguramente para esa época aún creía en la utilidad de la ciencia, o por lo menos creía que algo podia hacer y aprender con ella. Fui sola a la salida del trabajo y la sala estaba a medio cubrir, también recuerdo que se hablaba de la película como una apología a las drogas, generando algunos de esos inútiles debates de turno que ya se han consolidado y cada tanto reaparecen.
Lo que más me impresionó fue la cara de ese bebé cuasi muñeco asqueroso. Pero sin duda tanto la escena en la que Renton se sumerge en el inodoro como en la que se da el último toque y cae desplomado en esa alfombra hundiéndose son inigualables, ese detalle, esa diferencia lo dan las canciones de Brian Eno y Lou Reed.
Volví a ver la película muchas veces, la conseguí por $3 en el kiosko de diarios de la estación del subte Independencia, esa colección que venía con la revista Caras pero que en algunos lugares vendían por separado a ese módico precio. Nunca me aburrió y considero que no envejeció, que aún se conserva en buen estado como sucede con los clásicos.
Ahora, puesto que trabajé para este espacio que tenía tan venido a menos (todo gracias a que hice a pedido una copia de la banda de sonido del objeto de este posteo), y como el borrador de mi tesis ya esta impreso y solo espera que mi jefe vuelva a darle "una mirada", y como no tengo ganas de leer ningún paper, ni a Barthes para la clase de Sarita de Saussure, y menos corregir los parcialitos de los alumnos, me dispongo entonces a ver una vez más la película para corroborar todo lo expuesto en los párrafos anteriores. Por supuesto, siempre que el sueño me lo permita y antes de que me lleve a dar un paseo que nunca pueda recordar.


domingo, 15 de mayo de 2005

Hiip... Hip...Hip!

Brindo por las películas que en 1:30 hs te hacen olvidar de todo, porque te cuentan una historia entretenida utilizando simplemente el ingenio como recurso. Esas, que sin ningún esfuerzo, del absurdo llegan a la ternura, y finalizan en una enorme sonrisa.
Brindo entonces por “Calabuch”, y sigo brindando por Luis García Berlanga, su director, de quien aún me faltan ver muchas películas.
Que lindo, hacía mucho tiempo que no me embriagaba.

L. G. Berlanga es (era) un distinguidísimo director español, creo que en el primer posteo lo mencioné como mi descubrimiento (tardío) del año pasado. “Calabuch” es una película del año 1956, las otras películas que vi de él fueron: “Bienvenido Mr Marshall”, “El Berdugo” y “La Vaquilla”, todas excelentes.

jueves, 5 de mayo de 2005

Cabeza dura

En la canción Glory Days, Jarvis cocker dice algo así como que uno podría convertirse en un genio si pusiera toda su mente o todos sus sentidos en eso, y que podría hacer cualquier cosa si llegara a ella (I could be a genius if I just put my mind to it & I, I could do anything if only I could get´round to it).
Yo creo que él debería pasar un protocolo (=receta) más detallado, porque yo intento y no me sale, NO ME SALE. Quizás de aceptar mis limitaciones estaría ahora tirada en la cama, pero no hay caso soy cabeza dura.

domingo, 1 de mayo de 2005

Leyendo diarios robados

Es una costumbre que he adquirido, la de juntar el diario La Nación una vez que mi vecina lo deja en el espacio destinado para la basura (si uds lo vieran siempre queda impecable). Lo primero que hago es buscar en la contratapa de la sección espectáculos la tira de Liniers, si se lo merece la recorto y pego en la puerta. El siguiente paso es dar una lectura por arriba a esa sección y, si el diario es del viernes, también al vía libre. Finalmente, si tengo tiempo, y después de horrorizarme con la tapa, leo los títulos de las notas internas del diario. Mis partes preferidas son los avisos sociales y las cartas de lectores. Pero esta vez encontré una joya que quería compartir con ustedes. La nota que no esta firmada se titula así: "El abandono de algunas plazas preocupa a vecinos de Palermo", y en el texto, aparecen más de una vez, apreciaciones como la de la muestra aquí debajo. Ah la nota es del diario del viernes, pag 21.