sábado, 26 de marzo de 2005

Curva de crecimiento

El hecho de sentarse a escribir es un proceso similar al de una curva de crecimiento, tenemos primero una fase lag que podríamos dar el nombre de "acomodamiento". Durante este período de tiempo uno prepara todas las cosas necesarias para el proceso siguiente que es el de producción. Abre los archivos en la computadora y dispone el material bibliográfico según mejor le parezca, tema, año de publicación, de mayor ayuda o menor, busca hojas borrador y lápices para hacer anotaciones, se encuentra el lugar adecuado en la silla, los almohadones suficientes, la ropa más flexible, se acerca el TE, se prepara el mate, servilletas y repasadores por cualquier derrame indeseado, sintoniza la radio o en mi caso selecciona la pila de cd’s que favoreceran el proceso.
Una vez superada la fase de latencia se inicia la fase de división o crecimiento exponencial, los caracteres en el archivo se van incrementado, aparecen contradicciónes que hay que superar, gráficos que explicar, buscamos entonces entre la bibliografía (que para esta altura ya se desorganizó toda, se mezcló y porque no cayó al piso desparramándose todas las hojas del paper que bajé de la computadora, imprimí y nunca abroché) trabajos que nos ayudan a justificar nuestros errores. Pero lamentablemente este proceso, alcanza tarde o temprano a una fase de saturación. No importa ya el tiempo que uno permanezca sentado en la silla nada nuevo, ingenioso, o decente saldrá de nuestro cerebro. Por más que lea otra vez todos los trabajos desparramados por el piso, parece ser que el organismo se ha declarado en huelga y solo quiere tirarse en la cama y ver, como un autómata, la tele, algún otro ser humano con quien balbucear alguna palabra, o darse una vuelta por el aire fresco de la calle (yo salgo al balcón y me entretengo con mis vecinitos de enfrente que sí saben disfrutar de la vida molestando a su gato siamés y jugando continuamente con todos esos chiches de colores). El día productivo ya esta acabado, uno puede volver a intentarlo pero ya no es lo mismo. La fase de muerte ya está ahí.
El problema es que el tiempo durante el cual transcurren esos días cíclicos (la primer fase a partir del segundo día se acorta, dándole más tiempo a la segunda, por suerte), también tiene ese comportamiento, y hoy siendo el quinto día seguido de trabajo ya no pude hacer nada. Desde anoche mi brazo derecho se inutilizó, mi cabeza no deja de doler, me vine al laboratorio a buscar más bibliografía, pero miren lo que terminé haciendo, y ahora a pesar de que la temperatura es un poco elevada para mi gusto, lo único en lo que estoy pensando es en dar una vuelta en bici después de tres meses que no la uso (espero que la rodilla la resista). Estaba dispuesta a seguir hasta mañana mi encierro pero soy un fracaso y no terminaré nunca de escribir esta tortura!

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